domingo, 1 de abril de 2012

ME HAS ILUMINADO.

                                   RAQUEL BARRASA VILLA, A LOS 15 AÑOS.


          No es que no te haya visto durante todo este tiempo, es que ahora te veo por primera vez, con total claridad, y sé que a partir de ahora no voy a poder separarte de mí. De lo triste y de lo que no puede ser, porque ha sido demasiado grande y demasiado espeso para poder soportarlo. Te veo ahora, te veré siempre, te veré cuando sueñe, te veré cuando despierte. No podré separarte de mí, nunca. Lo que pasa ahora es que me has iluminado con tanta intensidad y de una manera tan profunda, que pienso que es la primera vez que te veo. Y me doy cuenta de que, ahora que te observo de verdad, quiero estar encima de esa montaña que tanto te gustaría escalar. Sé que no lo soy, pero me gustaría serlo, sería bonito, ¿verdad? Quiero que me desees tanto que no puedas soportarlo, quiero que te vuelvas loco por mí, quiero que en la inmensidad de esta profundidad, sólo desees el aire que te deje probar, porque no quiero que haya ningún otro aire para ti. Verás cómo mi balsamo es capaz de apartar de ti todo el frío congelador y todo el calor abrasador que está fuera de mí. Y ahora te observo, por primera vez. Me vas a necesitar tanto que vas a apartarte de ti y de todo lo que te rodea con total naturalidad, como si la espuma se esfumara después de un largo viaje para llegar a la orilla. Y por dejarte vivir me darás las gracias, y por alimentarte me estarás agradecido siempre, y por ser lo único que podrán ver tus ojos sentirás tanta felicidad que dejarás este mundo profano naturalmente.
                                                                                      RAQUEL BARRASA VILLA.

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