domingo, 31 de julio de 2011

LA VIDA

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   Y aunque los intelectuales estén desilusionados con el pedazo terráqueo de ésta inmensidad. Aunque haya metales de pájaros mortales que acechan con el pico en llamas, aunque el tintineo de monedas se convierta sólo en papeles con caras reales en manos de dos o tres gordos, aunque la grasa sea el sudor de los millares que trabajan, aunque el sueño sea lo único que nos une a los vencidos, yo creo en ella. Porque desde un oscuro túnel, una cueva de piedra que gotea promesas, brilla un diamante sin pulir, extraña contradicción.
    Y aunque haya más tiritas que sonrisas, más callos que uñas nacaradas, más sábanas blancas que partidos de tenis, yo creo en ella. Porque cada día nace una bruma o una niebla, o un pétalo de flor. Y aunque los hombres vestidos de negro y altas cabezas que miran a un cielo divino carguen con pesados maletines llenos de política e intolerancia, y no tengamos más hombres vestidos quizá de naranja que eleven el placer de ser en parte espíritu. Aunque a veces no pueda creer en el niño porque planea 


batallas entre muñecos de papel, aunque las oraciones sean canciones tristes, arrepentidas que se repiten incansablemente, yo creo en ella. Porque veo una cara que lucha para que brillen las blancas perlas que llevan un mensaje dulce, porque la naturaleza pelea por seguir vibrando aunque sea entre las grietas del duro cemento y creo en élla.
    Y no pienso que sea más inteligente el pesimismo que la inocente consciencia de la sonrisa, porque creo en ella y creo que cada oportunidad es una gota de agua en el infierno que puede convertirse en un manantial o en vapor efímero de forma natural. Y la decisión no queda en manos del gran señor de grandes ojos y duras porras, queda en pequeñas parcelitas escondidas, llenas de espinas que cada día tienen el acceso mas complicado. Y que difícil es aceptar que con todo creo en ella, creo en su olor, en su color, en su instantánea promesa de felicidad y vino rojo como la sangre que corre contra corriente.


     Y como la cultura es una celosa amante, no desperdicia sus noches con los que no consagran su tiempo a ella, por eso no permite el paso a los estómagos vacíos, sólo quiere a los que tienen las carteras llenas y se regocijan en sus bienes que dicen inmateriales, y aunque su cabello parezca revuelto, en su interior llevan un ejecutivo engominado vestido de seda. Bonita economía que mantiene affairs con la cultura.
                                    
                                                            RAQUEL BARRASA VILLA












martes, 26 de julio de 2011

COLOR VERDE


      Me gusta el color verde, porque es el color de la esperanza. Es como pisar un parque en primavera, mirar el suelo y notar que el verde sube por tus pies, para instalarse en tu cabeza en forma de esperanza.
      El verde es la VIDA de las plantas, que nos prestan el oxígeno. Es el color de la época en que todo florece, todo nace para alegrarnos y ayudarnos a respirar.
      El verde es mirar por la ventana y llenarse de cosas nuevas, que hacen que te levantes todas las mañanas. La vida es el color verde, y a mi me gusta la VIDA. La sensación de frescura, de novedad, de vitalidad, te la da el verde.
      El agua puede ser verde, los campos pueden ser verdes.
      La libertad es verde.
                                              RAQUEL BARRASA VILLA

LETARGO


      Encuentra un lugar donde pueda desaparecer y me iré sin dudarlo. Dime dónde puedo estar sin estar conmigo y correré a buscarlo. Dime que hay un espacio en el tiempo donde no se piensa, ni se siente y volaré para encontrarlo. Porque no puedo aguantar la celda donde me hallo. Quiero que alguien me sustituya por un ser inmaterial, por algo indefinible que nunca ha existido ni nunca podrá existir.
      Quiero olvidar la materia, ahora entiendo a los budistas cuando dicen que el apego es sinónimo de sufrimiento. Todo lo que nos rodea, una vez que entra a formar parte de nuestro fuero interior, nos hará sufrir de una forma u otra. Si las personas que nos rodean pasaran como las hojas en otoño en su camino hacia el suelo, si no pretendiéramos poseer algo o alguien, seriamos mas felices, menos auténticos pero mas felices. Porque pocas veces pueden concordar pensamientos y voluntades ajenas y propias, así que siempre hay alguien que sale malparado del duelo mortal al que nos enfrentamos cada día, y el otro que sale ileso se sentirá inevitablemente culpable. No existe la solución ideal para estos seres irrazonables en que nos hemos convertido.
        Por eso yo quiero dejar de ser, no quiero morir, quiero dejar de ser por unos instantes la materia claustrofóbica donde estoy encerrada. Quiero que mi cerebro duerma un profundo letargo sin tiempo y que mi corazón esté tranquilo e inerte.
                                                                   RAQUEL BARRASA VILLA

miércoles, 20 de julio de 2011

LUNA

     ¿Donde estás luna? Te necesito.
     Esta ciudad de noche también
te necesita.
     Te necesitan sus árboles y sus amantes
sus buhos y taxistas.
     También te necesita el océano
con sus mareas y sus peces.
     ¿Donde estás luna?
     ¿Por qué te has escondido?
     No tengas miedo de la noche,
ella es también tu amiga
y te necesita.
     Ella es la que más te necesita.
     ¿Acaso te has escondido detras del sol?
     Ese gran tirano de la luz
que solo te permite reinar
en la oscuridad ¿es ahora tu protector?
     ¿Donde estás luna?
     El sol también te necesita
para echarse a dormir,
para descansar, para delegar
sus obligaciones del gobierno
diurno de este mundo en tí.
     El también te necesita.
     Y yo te necesito, luna,
te necesito porque esta noche
no puedo ver si tu no estás.
     Y me agota buscarte en la
inmensidad del universo,
en la enorme amplitud
oscura que llamamos cielo.
     Te necesito porque tu cuna
es mi aposento, es mi
lecho en lo oscuro.
     Te necesito porque me meces
amorosamente en tu seno
y veo reflejado en ti
lo grandes que son todas las cosas,
de día o de noche.
      Necesito tu luz entre
tanta oscuridad, en este
eterno vacío efímero que
me hace andar a ciegas
en un jardín de espinas.
      ¿Donde estás luna?
      Dónde que no puedo ver
tus ojos de madre
alumbrando mi existencia.
      Quiero tu forma y tu color
tu brillo y resplandor,
quiero mirarme dentro de ti
y ver lo que soy en realidad.
      Y pensar que necesito
la noche para ver con claridad.
      ¿Donde estás luna?
      Esta noche más que nunca
necesito tu rayito plateado,
deja que sea una linterna en esta
cueva donde habito hace tiempo.
      No temas luna, no te escondas,
no me niegues tu brillo,
déjate ver esta noche en
que estoy tan ciega.
      Te necesito.
      ¿Dónde estás luna?

                 RAQUEL BARRASA VILLA.

martes, 19 de julio de 2011

NADA

Me he dado cuenta de que este mundo nunca cambiará porque la gente no quiere que cambie, por esa sencilla razón. Es penoso, pero es cierto. Unos clasificando a otros y otros clasificando a unos. Penoso totalmente.
Me siento completamente diferente a lo que veo, a la gente de mi edad, tan superficiales y etéreos que si no existieran el mundo no se daría cuenta. Quizá el problema está en los alimentos que comemos, o en el aire que respiramos o en los tejidos que nos ponemos, pero esta subnormalidad profunda universal es bastante preocupante. Me pregunto que le pasará a la gente, de que materia está hecho su cerebro, en que pensarán cuando están a solas consigo mismo donde no tienen que fingir que son tan estúpidos como aparentan. A veces pienso que este mundo no se merece a gente así. Por lo menos que haya gente que piense, y yo me quejaba de que la gente no actuaba, el problema primero es que ni siquiera piensa, y encima dicen que es el mundo, que no pueden hacer nada.
Pero, estúpidos, si nadie os pide que cambiéis el mundo, eso es una utopía bastante derrotada ya, lo única que hace falta es que os quitéis tanta estupidez y vayáis a las cosas grandes.
Es cierto lo de que hay personas que son como hormigas, unas detras de las otras, porque no tienen un criterio propio, aunque sea mental y no material, y debido al tamaño de su cuerpo (cerebro) solo pueden ver cosas pequeñas y piensan que las cosas pequeñas son las únicas que existen porque su capacidad no le da para que piensen nada mas. Y se olvidan de las cosas grandes, las que de verdad son importantes. Una de las peores cosas que yo véo en esta práctica generalizada es que, con toda seguridad, no cambiarán nunca sus estructuras mentales y llegarán a viejos pensando que lo más importante en este mundo es seguir a la mole que vive en una piara, no romper el molde, porque no tienen la suficiente seguridad en sí mismos como para aguantar los ataques. Pensarán siempre que no importa qué es lo que de verdad quieren, seguirán los pasos de otros tantos que son temerosos, inseguros, tímidos y sobre todo superficiales y carentes de toda esencia.
Que pena. Pensar que voy a tener que vivir en un mundo que no aprecia más que lo que está delante de sus asquerosas narices y sobre todo delante de sus nauseabundos bolsillos. Porque, en vez de cerebro, tienen una caja fuerte, no pueden analizar nada porque han perdido la clave para abrirla. No pueden meter ni sacar nada de lo que otros han puesto allí y encima los que se lo han puesto no son más críticos que ellos sino que tienen más miedo y están más atemorizados por un cambio, por un nuevo enfoque, por una nueva sensibilidad, por una nueva idea. Todo lo nuevo es monstruoso, aterrador.
No merece la pena correr el riesgo de experimentar, desinhibirse porque los riesgos mentales del daño ajeno son mucho más terribles.
Es mucho más peligrosa la cantidad de gente que es así, y realmente no sé cómo voy a poder vivir en un mundo así. O me alejo de todo ésto y sigo con mi forma de pensar en mi interior, o tendré que empezar a matarlos a todos. Créo que me quedo con la segunda opción. No entiendo cómo no se dan cuenta de que hay muchas cosas importantes.
Me siento muy fuera de todo ésto. Sales los fines de semana y ves a la gente de tu edad, que se supone que somos el futuro, la próxima generación, la que dominará la vida y el mundo (dominar en su sentido más amplio), y te encuentras entes (que palabra más grande para definirlos) cuyo máximo objetivo en la vida es bailar, ganar mucho dinero para poder medir el grado de felicidad que han alcanzado, hacer que los demás les vean bien, cuidados, con una sonrisa en la boca y en la cartera, admirados y sobre todo solicitados, porque sin ésta última condición no son nadie. Hacer lo que diga papa, hacer lo que diga Leviathán, ahora más que nunca, sentirse dominado por una apariencia que ardería como arde la mierda y que se expandirá por el universo como el olor a basura cuyo foco generador es un vertedero. Y siempr sexo; sexo, para ellos, no es un puente entre uno mismo y otra persona o una actividad capaz de elevarnos o ponernos en un momento de satisfacción, para ellos es un objetivo, que si es conseguido da a entender que una parte de ellos es superior. Puede que todo se reduzca a un intento, a lo mejor fingido, de ser protagonista en una obra que ha escrito otro, ni siquiera para ellos. Todos forman parte de la misma gran bola de m.......
No somos un producto de mercado, destinado a producir y a consumir, aunque todo lo que nos rodea nos obligue a pensarlo, créo que estamos aquí para intentar mejorarnos, para ser capaces de conocernos y actuar en consecuencia, para experimentar, sentir, oler, degustar, palpar, escuchar la vida, y verla como se miran los árboles, enteros aunque séa desde abajo, no como hacen las hormigas, que solo pueden ver fracciones de árbol y para ellas ésa fracción es el todo. Aquí se trata de comer, comprar, formar parte de una estructura económica, procrear y pudrirse formando parte del abono de la tierra. Que bién.
La conclusión de todo ésto es que se quedarán en el primer escalón de su evolución, que es cuando las piaras de su cerebro se llenen de más mierda de la habitual, que serán nada cuando la nada llene sus bolsillos, que no podrán soportar el paso del tiempo por sus caras y cuerpos, que dejarán en el mundo cuando se vayan la esencia de lo que podían haber sido y no fueron, es decir, la NADA.

RAQUEL BARRASA VILLA

EL VIAJE SUBMARINO

Este viaje, para mí es un sueño. Nos metimos Juán, Cristina, Sara y yo, el Capitán, en el submarino. Los botones de seguridad eran conectados por nosotros, estos botones son muy importantes. Los peces nos daban la vienvenida a su mundo tan maravilloso como el Paraíso.
Sara fue asustada varias veces por los peces que se asomaban a las ventanillas.
Avanzábamos por el fondo del mar soñando con la cantidad de cosas que estabamos viendo.
Mandé a Juán que hiciese unas fotos, pero no me escuchó porque estaba mirando la flora que allí había. Eran como unas flores silvestres del campo, nadie las cuidaba y sin embargo se mantenían hermosas y vivas. Le volví a mandar que hiciese las fotos. Éramos contemplados por toda la naturaleza que nos rodeaba.
Roberto vio algo extraño e intentó informarse para saber lo que era. Nos contó que parecía un rayo de sol que provenía de lejos, miramos y sólo había las luces que otros submarinistas habían puesto para orientarse, creyó Roberto que esas luces eran rayos de sol.
Me pareció ver un pulpo que estaba nadando delante de nosotros. Me asomé de nuevo y era cierto, el pulpo estaba marcándonos el camino hacia un lugar desconocido. Cristina encendió las luces y le vimos bién.
Roberto, que miraba por una de las ventanas, nos advirtió de unas cuevas. Nos metimos en ellas. Todo parecía sacado de un cuento de hadas. Había muchas rocas que brillaban. Probablemente nadie había estado allí antes.
Entonces sonó el despertador y tuve que levantarme, para vivir otra aventura. Ir al colegio.
RAQUEL BARRASA VILLA










lunes, 18 de julio de 2011

14-5-1.999


Aquel día Raquel murió.
Aquel día el mismo Diós se arrodilló avergonzado.
San Pedro indigno y sonrojado
fué apartado de la puerta. En su lugar fueron colocados diezmil samurais
haciendo reverencias.
A su vez
los nativos mas viejos de las Américas impusieron silencio.
No dijeron nada.
Solo asintieron una vez y su gesto fué comprendido.
En ese momento
apareció Raquél
escoltada por cóndores búfalos y jaguares

haciendo su entrada en el Cielo.

LEONARDO



Con sólo 22 años un puto tumor cerebral se la llevó. Ahora digo que Raquel no ha muerto, ni morirá nunca.
Este blog ademas de un homenaje es su aliento

navegando por la Red.

domingo, 17 de julio de 2011

VERANO Si me dejaran sería brisa, para tocarlo todo y a todos. Si me dejaran sería agua, para correr libre por las orillas de los ríos, por las inmensidades de los océanos, por los vientos de la lluvia. Si me dejaran sería fuego, para arrasar llena de vida, llena de lucha. Si me dejaran sería tierra, la tierra donde la Vida nace, donde se recrea, donde aparece el movimiento y se extingue con tranquilidad. Si pudiera sería risa, carcajada en la boca de la hiena y del humano. Si pudiera sería lágrima, cuando el dolor se hace inaguantable. Si hubiera una posibilidad yo escogería el huracán, el maremoto, o el fuerte movimiento de la tierra. Escogería la eterna pasión de quién nunca se cansa. La ilusión de no perderse nunca en un mar de oportunidades. Sería todos los fenómenos y ninguno a la vez. No dejaría que gimotearais, ni que os quejarais, ni que vuestras bocas esgrimieran una leve sonrisa, ni un leve río de ojos. Os obligaría a VIVIR. Os obligaría a morir en cada intento, a luchar con uñas y dientes, a defenderse de lo que no es puro, os obligaría a manteneros siempre en pie. Os repetiría una y otra vez que recéis con el corazón, que seáis ateos hasta la muerte en la hoguera. Si tuviera una oportunidad os guiaría por un océano de oportunidades iguales, para que os desarrolléis, para que os améis, para que vibréis con cada suave movimiento. Para que penséis en lo cierto, o en lo no tan cierto, pero realmente vuestro.
Pondría como única bandera la autenticidad, la limpieza de corazón, el orgullo de saberse vivos, la alegría de cada nuevo amanecer. No os dejaría en el suelo si caéis, aunque caigáis mil veces. Sería todas las tonalidades del rojo, del amarillo y del verde. Sería todos los dolores, todas las pasiones, todos los quebraderos de cabeza, todo el amor y el odio que cabe en vuestros corazones. Nuestro lema sería vivir, gozar, disfrutar, sentir. Borraría la especulación, los destinos premeditados, las cárceles mentales, los interrogatorios de opción, los deberes para casa, la casa interior. Si pudiera volaría con el polen esperando mi polo opuesto. Nadaría como la trucha, a contracorriente si es necesario, para encontrar la marea de las libertades. Sería el suelo mojado después de una noche lluviosa, el asfalto aplastado de un mediodía de verano, las hojas podridas que esperan en el suelo que la humedad les cale los huesos. Podría encontrar la felicidad si fuera un poco de luz tras una tormenta, un rayo estelar en una oscuridad teñida de rojo, el sonido de todas las gotas que caen desde el cielo cuando forman una melodía natural de las voluntades húmedas. Sería el torrente, sería el cactus. Si pudiera me inyectaría clorofila para vivir de ella. Sería la espuma de una cascada cuando pasa a formar parte de la mansa corriente de un caudaloso río.
Sería pasto verde de las bestias, carne fresca de los carroñeros, sangre caliente para los leones, escama escurridiza para los osos, rayo de lúz para la orquídea, bolsa de agua en la tierra del trigo, grano de arena para el invertebrado, líquido vital de la célula minúscula.
Me gustaría vivir en la forma de la marea, dentro de la caverna de la ballena o encima del lomo del rinoderonte. Quisiera poder alimentarme de agua, fuego, tierra y gas.
Pero bajo la forma del humano sólo puedo correr como una tortuga, sólo puedo volar cuando estoy en posición vertical, sólo puedo sentir el agua en mi garganta, notando como baja y pasa a formar parte de mi estómago. Sólo puedo alejarme del fuego, resguardarme de la lluvia, preparar mi casa para los vendavales, huir de las fieras, sólo puedo hacer melodías enlatadas. Sólo puedo ver en la noche si le doy al interruptor, solo puedo soñar si me lo propongo, sólo puedo vivir bajo techos infinitos. Bajo esta forma sólo disfruto de cinco sentidos, sólo puedo quejarme si no hay comida, sólo me defiendo de mis propios fantasmas. Sólo puedo aprovecharme de mi situación y encima sentirme superior.
RAQUEL BARRASA VILLA